domingo, febrero 10, 2008

Écorchés (Instintos prohibidos)


La actriz Cheyenne Carron (1976) se presenta como directora y coguionista de su primer film Écorchés (2007 en pantalla) que en español quiere decir desollados o despellejados. Sin embargo, se tradujo como Instintos prohibidos, un nombre que no deja de ser llamativo por más movies que lleven la palabra instintos, es una estrategia para llamar la atención hacia las cintas, pero lo curioso es que cada cierto tiempo nos encontramos con las mismas palabras en las traducciones. No hay falla, el público se va por lo mismo una y otra vez. Palabras como: belleza, mujeres, fatal, instintos, etc., etc.

Pero ese es tema a parte. Écorchés vale la pena, trata sobre la relación de pareja (tema que me encanta se irán dando cuenta) de unos jóvenes que deben cuidar una casa (ok, eso no es original, pero lo que cuenta de la movie es otra cosa, lo interesante es hacer de escenarios comunes situaciones o ambientes insólitos y, hacerlo bien, por supuesto) visualmente, al igual que las últimas tendencias de teatro, busca la simetría y lo estético de los cuadros enfatizando con un tono erótico.

Más allá de la forma esta la psicología de los personajes, quién ha vivido una relación enfermiza y pasional sabrá qué esta pasando. El perfil de los personajes es muy similar al de los protagonistas de Natural born killers (Asesinos por naturaleza de Oliver Stone, 1994) son violentos, se controlan mediante el sexo, a ella le gusta retarlo y él la deja pensar que lo engaña. Los actores están buenísimos en su papel. Véanla.

viernes, febrero 01, 2008

Mis últimos dias entre Meyrink y Kafka

Hola compatriotas de blogspot, por si no lo saben estudio bibliotecología, amo los libros en toda la extension de la palabra (palabra libro) y me desempeño como ayudante de profesor en la materia de Lectura y lectores, en este nuevo semestre lo seré de la cátedra de Bibliografía. Me apasionan los libros, me pasiona el universo del conocimiento, la literatura, un cuerpo bonito y... en fín.

Actualmente, cada tercer día leo un capítulo del Golem, luego, como para distraerme, leo cuentecillos de Kafka (distraerme con Kafka, ja-ja-ja), tanto el libro de Meyrink como el de Kafka me atraen inmensamente a sus reinos. Pero los cuentos, al ser más cortos, me permiten salir más facilmente de su mundo ya que el Golem es un gran libro y si no leyera algo diferente después de él, intuyo, no saldría de su mundo onírico, y eso... me asusta. Preveo que estas lecturas cambiaran mi vida. Prometo luego reseñarles los libros.

Saludos de cybermundo.